viernes, 28 de octubre de 2011

millonarios campeon copa postobon 2011


Como intuyendo el desenlace, el estadio El Campín se puso su mejor atuendo para recibir la final. En medio de la alegría de sus hinchas y con un marco inmejorable, Millonarios se coronó campeón de la Copa Postobón al repetirle en Bogotá la dosis a Boyacá Chico.
Un gol de Mayer Candelo le entregó, oficialmente, tras diez años de sequía, un título al elenco embajador que con propiedad celebró esta gesta.  
El técnico Richard Paéz logró lo que otros no pudieron hacer sentados en el banco albiazul: Le entregó a la afición un campeonato y el cupo a la Copa Sudamericana 2012. En varias oportunidades el equipo estuvo cerca, pero al final las posibilidades se le escaparon de entre las manos.
Pero los aficionados de nuevo pudieron gritar “¡Somos campeones otra vez!”, al repetir la historia que se vivió en el 2001 cuando Millonarios quedó campeón de la Copa Merconorte. Un gol de Rafael Robayo, quien merecidamente levantó la copa, en el partido de ida, y el tanto de Cadelo materializaron un sueño al convertir a Millonarios en el tercer equipo bogotano que gana la Copa Postobón.
Un drama de 90 minutosLa pequeña ventaja conseguida en Tunja (1-0) le dio a Millonarios la posibilidad de manejar el compromiso. Entrar a la cancha como parcial campeón le permitió jugar con aplomo para detectar la forma de hacerle daño en su rival. Lo intentó a su estilo. Con el balón en los pies y un Máyer Candelo lúcido que buscó con insistencia el arco de Cristian Bonilla, pero los delanteros estuvieron desconectados.
Como lo anunció Alberto Gomero, Chicó salió desde el primer minuto a encontrar un gol que equilibrara la balanza y le diera chance de acomodarse mejor en El Campín. Jhon Jairo Montaño, un viejo conocido de la hinchada albiazul, pudo haberle dañado la fiesta al local. Con remates de media distancia probó los reflejos de Nelson Ramos y le puso dramatismo a la final en dos oportunidades. 
Con la ansiedad de levantar una copa después de 10 años (Copa Merconorte), el elenco embajador cometió errores que alargaron la definición del título y pusieron a sufrir a los casi 40 mil aficionados. No pudo en el primer tiempo marcar un tanto que diera tranquilidad y definiera anticipadamente la serie ante un rival que vino a jugarse la vida a Bogotá.   
El local pudo vestirse de campeón en los primeros 45 minutos, pero Erick Morero falló en la definición y dejó con vida al cuadro ajedrezado, que se hizo peligroso con los remates de Montaño y la vocación ofensiva que mostró durante todo el compromiso Avimiled Rivas. Aunque no le alcanzó, con la convicción de asegurar el título, Luis Mosquera tuvo protagonismo.    
El paso de los minutos le imprimieron drama a la final. En el segundo episodio, mientras Millonarios le apostó a la agresividad, el equipo boyacense jamás aflojó. Un gol lo metía en la pelea por eso nunca renunció, pese a que el dueño de casa tejía las mejores opciones y visitaba con frecuencia el predio de Cristian Bonilla. Édinson Toloza cambió de botines y envalentonó. Un par de opciones creó el goleador pero el arquero ‘ajedrezado’ respondió a la altura de los que estaba en disputa.  
 La necesidad obligó al onceno de Alberto Gamero a buscar el gol de media distancia. Edwin Móvil, Rivas  y el mismo Montaño desenfundaron remates no gracias a Ramos no incidieron en el juego. La expulsión de Avimiled Rivas emocionó a la tribuna pero  un penal, para alguno dilapidado por Candelo y para otros bien atajado por Bonilla, llenó de nerviosismo a la familia ‘albiazul’ al minuto 77.
Aún había lamentos entre los hinchas, el nombre del campeón se definió. Bonilla y Candelo, los mismos protagonistas, se volvieron a encontrar para intercambiar roles. Esta vez, Bonilla fue el villano tras cometer un error, mientras que el 10 ‘embajador’ se visitó de héroe al marcar el gol  (84’) que ratificó el título de la Copa Postobón. De ahí en adelante se prendió oficialmente la fiesta azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario